Juan Bautista pinta a José Martí

Corporación Cultural de Recoleta | Mayo 2014

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Martí en tela y compromiso...

Por Voltaire Alvarado Peterson
En el marco de la conmemoración de los 119 años de la caída  en combate de Martí, un 19 de mayo de 1895

 En Martí viven muchos Martí. El poeta del verso comprometido; el combatiente pacífico, que odia la guerra pero la cree necesaria; el hijo sollozante antes de la aventura emancipadora; el político libertario por la dignidad de los pueblos latinoamericanos. Martí sabe que su primera batalla es por ese concepto tan esquivo en nuestros días: la dignidad. De verso fácil, pero certero, invoca la libertad del espíritu, que el mismo Kant ya decía en el frío siglo XVIII, pero en la lengua de los oprimidos y explotados: en el castellano del ocupador peninsular, pero aculturado al sentido del subalterno americano “ser cultos para ser libres”.

 Pudiendo ser la exegética apología de Martí, ya sea desde la literatura o la música, como ya lo hiciera Milanés, Juan Bautista Rodríguez lo lee desde la lágrima dolorosa del olvido colectivo, de un pueblo sin héroes ni ejemplos para incentivar la reconquista de su dignidad. La obra , desde la plástica, expresa el sentido multidimensional de Martí, lo pone a dialogar con los colores y técnicas mixtas, en donde el punto de fuga del normalismo queda diseminado en la completitud de las telas. La fusión de los colores habla desde la América mestiza, condenada, en donde las lágrimas del fusil martiano aparecen en trazos vivos, en las tonalidades del dolor, la pasión, el verso, están entregados sobre cada una de las obras.

 Porque esta muestra no es sosa ni anodina. En la eterna discusión si el arte es política, Juan Bautista responde con la misma certeza de Martí: “la ignorancia mata a los pueblos”. No comprender esta muestra desde la liberación del espíritu a través de la cultura, es como libar con jugo de frutas en el panteón de los héroes perdidos de América Latina. El compromiso con el pueblo está presente en la obra de Juan Bautista que, como Martí, cargó sus pinceles y espátulas con la munición del color, desde la periferia transgresora e incorrecta para las salas de arte y galerías del paneuropeísta desarrollo de la plástica chilena.

 En el corolario, la obra de Juan Bautista es parte del verso martiano, ese verso que contó y relató el dolor de las apostasías del ocupador ibérico y la oligarquía feudal, temerosa e ignorante                                                               

                                                                                   { descargar díptico }




 José Julián Martí Pérez (La Habana, Cuba, 28 de enero de 1853 – Dos Ríos, Cuba, 19 de mayo de 1895) fue un político republicano democrático, pensador, escritor, periodista, filósofo y poeta cubano de padres españoles, creador del Partido Revolucionario Cubano y organizador de la Guerra del 95 o Guerra Necesaria. Perteneció al movimiento literario del modernismo.

Martí había quedado en el campamento guardado por un teniente y doce hombres.
Sintiéndose en la necesidad de su primera oportunidad de pelear por Cuba con las armas en la mano,  se montó en su caballo “Baconao” y salió del campamento acompañado del joven Miguel Ángel de la Guardia Bello y se lanzó a buscar a Gómez. Vadeó el río Contramaestre, y al llegar a la cima de un barranco vino a parar frente a la línea de fuego de la infantería colonial, parapetada detrás de la cerca de alambre de púas. Al verlo seguido sólo de un jovencito, fue fácil blanco de la fusilería enemiga. Era un día lluvioso. Su sueño de morir combatiendo cara al sol se lo negó la naturaleza. Fue, sin duda, un día negro para el poeta de la rosa blanca.

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"O nos condenan juntos o nos salvamos los dos"